Derecho Digital
¿Qué es el derecho digital? ¿Qué materias incluye?
Una guía para entender el trabajo de los abogados digitales en pleno 2021

Para algunos teóricos, el derecho digital no es más que una simple evolución de las ramas clásicas del derecho. Es decir, una nueva forma de aplicar las leyes mercantiles, civiles, penales o administrativas a los problemas que se derivan específicamente del uso de las nuevas tecnologías.
Un punto de partida válido a la hora de empezar a hablar de derecho digital pero que, según mi experiencia, se queda corto si queremos sintetizar todo lo que la disciplina representa a día de hoy para miles y miles de profesionales del sector.
Es por ello que he creado esta guía especial, donde voy a definir el concepto de «derecho digital», voy a repasar sus principales disciplinas, las características que definen a los abogados especialistas en la materia y finalmente voy a reflexionar sobre cuál debería ser su papel en las sociedades contemporáneas.
¿Qué es el derecho digital?
Antes de empezar a definir «qué es exactamente el derecho digital», creo que es importante dejar clara una idea: En el entorno de Internet, todo cambia constantemente.
Es un concepto central, inherente de la actual sociedad de la información, y que por su naturaleza supone un reto a la hora de trabajar o de aplicar conceptos legales en un entorno 2.0.
Es por ello que considero el derecho digital como una rama del derecho que busca dar una respuesta jurídica a problemas que las otras especialidades ni se habían planteado. Unas cuestiones que por la propia naturaleza del medio, al que podríamos catalogar de innovador y disruptivo, necesitan de soluciones prácticas capaces de lidiar y adaptarse a los cambios del momento.
Dicho de otra forma: si el mundo cambia, el derecho debe cambiar con él. O en este caso, debe especializarse en el cambio. ¿O es que alguien se atreve a decir qué nueva tecnología aparecerá el día de mañana?
La legalidad en el mundo digital o las principales disciplinas del derecho digital
Si el derecho digital vive a la par las nuevas ideas y los nuevos retos que se presentan con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (en adelante, TIC), el segundo ingrediente importante a la hora de entender la legalidad en el mundo digital es hablar de su carácter multidisciplinar.
Y es que no sería un disparate afirmar que nos encontramos ante un campo sin fin. Un terreno que, como el propio Internet, contiene una lista prácticamente inabarcable de materias y submaterias que a la vez se dividen en especializaciones y disciplinas con sus realidades y sus necesidades. Unas asignaturas «de nuevo cuño» que el propio derecho digital debe encargarse de regular pero también de definir.
¿O es que puede existir un deporte virtual sin un reglamento?
¿O acaso es posible hablar de economía colaborativa sin antes establecer unos derechos y unas obligaciones?
Definiré a continuación las principales disciplinas en lo referente a derecho digital.
🔐️ Protección de datos
¿Quién eres y qué pueden saber de ti los demás? Esta es la base del derecho a la intimidad de las personas, aquello que tratan de proteger las normativas de protección de datos y cuya problemática se ha visto incrementada a medida que aplicaciones y servicios de terceros pasaban a formar parte de nuestro día a día siguiendo una evolución natural que éticamente debía ser controlada.
Es por ello que las leyes de protección de datos obligan a quienes traten información personal a adoptar una serie de medidas y conductas con el fin de proteger dichos datos, y permitir al usuario ser dueño de su propia información.
Dentro de este campo, podemos encontrar las siguientes submaterias: el Big Data, el uso del cloud, el uso de las redes sociales, las cookies informáticas, la ciberseguridad o el compliance tecnológico.
🏭 Propiedad Industrial
¿Quién tiene derecho sobre un dominio de marca? ¿La persona que registró un .com en primer lugar (vamos a poner por ejemplo coca-cola.com) o la empresa que ostenta la marca registrada? Y si es así, ¿cómo debe gestionarse el traspaso del dominio?
Sobre este tipo de cuestiones versa esta interesante rama del derecho digital. Una especialización de todo lo relacionado con marcas y patentes que, con el paso de los años, ha evolucionado conforme el mercado ha necesitado de un foco específico en lo digital.
La gestión de todo lo relacionado con marcas y patentes y, por extensión, de todo lo vinculado a nombres de dominio (DNS) e invenciones con carácter tecnológico, forman parte de las atribuciones del derecho digital en materia de propiedad industrial.
💡 Propiedad Intelectual
Un vídeo subido en redes sociales aparece en la web de un periódico. Un disco es rippeado y subido a una web de descargas sin el consentimiento de su creador.
La información es la materia primera con la que funciona Internet, ya en sea en forma de elementos audiovisuales, en formato texto o en complejas cadenas de código. Proteger su autoría, e incluso reivindicarla, forma parte de lo que puede entenderse por propiedad intelectual.
Una disciplina donde aparecen submaterias de sobras conocidas como los derechos de autor o los conceptos de copyright y copyleft.
📝 Reputación Digital
En un entorno tan inestable como el 2.0., la reputación es uno de los activos más importantes de un negocio y por extensión de una marca personal. Es por ello que en los últimos años han aparecido un gran número de propuestas de regulación en el mundo que, bajo el calificativo de «leyes al olvido», han impuesto unas normas que obligan a las grandes corporaciones y a cualquier medio de comunicación a respetar la integridad de las personas.
Pero ésta es solo una de las submaterias en el ámbito de la reputación digital. La regulación de las «fake news», las gestiones ante el robo o el secuestro de una red social, o las malas prácticas del denominado BlackHatSeo (sí, tienes derecho a que retiren enlaces hacia tu página web si estos provienen de sitios no autorizados) también forman parte del entorno de la reputación digital.
👨🏻⚖️ Pruebas digitales
¿Conoces el concepto de notario digital?
Ante un juez o en el momento de interponer una demanda, hay una cosa que no cambia respecto a lo que podríamos denominar como derecho clásico: se necesitan pruebas. Y es precisamente en esta cuestión sobre la que se ha especializado buena parte de la industria. A crear «terceros de confianza» capaces de emitir certificados reconocidos oficialmente como pruebas de que algo existió o se mencionó en un espacio y un tiempo determinado.
La única memoria legalmente válida en Internet.
🎰 Juego Online
Cuando hablamos de juego online nos referimos a algo que va más allá de los casinos virtuales y las apuestas (que también).
Estamos citando a todo lo relacionado con las bases legales que se necesitan a la hora de realizar un sorteo para promocionar tu marca en redes sociales, hasta los mecanismos que debe establecer una aplicación móvil en el momento de distribuir una recompensa entre sus «hard-users» (lo que técnicamente se denomina «Gambling»).
Un sector en constante crecimiento sobre el que cada país dicta sus propias obligaciones.
👨💻 Derecho laboral y nuevas tecnologías
Con la crisis provocada por la Covid y el famoso «teletrabajo», parece que el derecho laboral sea una de las disciplinas de moda en el entorno digital (De hecho, se trata de un ejemplo perfecto para ilustrar el carácter cambiante basado en la acción-rección del derecho en Internet).
Pero hay más. La figura del IT Governance por ejemplo, resulta imprescindible en un organigrama con cierto tamaño empresarial y debe regularse acorde con su responsabilidad y funciones.
En qué se caracterizan los abogados especialistas en derecho digital
Llegados a este punto, y ante todas las especializaciones anteriormente descritas, la pregunta más pertinente creo que debería ser: ¿existen unos atributos que de alguna forma sirvan para definir las características comunes de un abogado digital? Y sobre todo, ¿estas nos pueden ayudar en la concepción de la materia que estamos intentando definir?
La respuesta a ambas preguntas es afirmativa. Y es que a pesar de todos los matices que cada profesional puede aportar al derecho digital, por experiencia he aprendido que existen una serie de rasgos que aparecen de forma recurrente en este tipo de perfiles y que a la vez explican perfectamente su naturaleza.
Un interés constante por el mundo 2.0.
Que nadie se me enfade porque hablamos a priori, pero ¿verdad que no contratarías a un entrenador personal con problemas de sobrepeso? Hay ciertos tópicos que por marketing o por imaginación popular forman parte de lo que uno espera de un profesional determinado. Y en este sector, uno espera encontrarse una persona digitalmente conectada, alguien que comprenda e interprete las posibilidades y los recursos que brindan las nuevas tecnologías.
Su capacidad para ser un earlyadopter
Muy ligado al punto anterior, creo que se encuentra la capacidad para ser un «earlyadopter». Es decir, una persona que intente ir un paso por delante del gran público a la hora de testear una nueva herramienta o ver el potencial de una nueva aplicación. Una habilidad clave para poder observar, desde primera fila, como se resuelven las primeras dudas legales que supone empezar un nuevo camino.
Su curiosidad
A mi entender, la habilidad más importante de todas, pues de alguna manera es imprescindible para que pase todo lo demás. No solo en el mundo del derecho digital, sino en cualquier disciplina con un campo teórico claramente definido. Sin curiosidad no hay preguntas, y como es bien sabido, sin ellas es imposible avanzar.
El papel del derecho digital en las sociedades contemporáneas
El derecho debe ser por dictamen un instrumento de ordenación social.
Aunque en este caso, tal y como apuntaba en el momento de hablar de las principales disciplinas del sector, también se trata de un elemento de definición. Una herramienta que debe proteger a usuarios y consumidores ante prácticas que, por innovadoras, aún se encuentran en el terreno de la «alegalidad».
El rol del derecho digital en las sociedades contemporáneas debe ser por lo tanto el de un descubridor. Alguien capaz de alertar al colectivo ante los cambios, de consolidarlos con un reglamento y finalmente de arbitrarlos para su correcta integración en el día a día de una economía o una vida en común.
En resumen
El derecho digital es la primera piedra sobre la que debe sustentarse cualquier disciplina en el mundo 2.0.
La diferencia entre un grupo de gammers que se reúnen para pasar el rato y un deporte en mayúsculas. Pero también el dique de contención ante un mundo cambiante que aprovecha la ventaja competitiva que supone el desconocimiento, para abusar de usuarios y navegantes.
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